miércoles, 12 de diciembre de 2012

Prótesis de rodilla

La sustitución protésica de las articulaciones ha sido uno de los mayores avances logrados por la cirugía ortopédica en este siglo. El esfuerzo conjunto de ingenieros y cirujanos ortopedas ha posibilitado el desarrollo de los materiales y las técnicas para que ello sea posible. La sustitución protésica consiste en sustituir una articulación lesionada o artrósica por una articulación artificial denominada prótesis.


Pregunta: Me han dicho que tengo que operarme la rodilla y que necesitaría una prótesis. ¿Es absolutamente necesario? ¿Existen otros tratamientos para evitar la cirugía? He leído que existe una opción menos agresiva...



Respuesta: La razón más frecuente para colocar una prótesis de rodilla es eliminar el dolor y la incapacidad causada por una gran destrucción articular. Las superficies de la articulación pueden estar dañadas por la artrosis, proceso que provoca el desgaste del cartílago articular. La articulación también puede estar dañada por la artritis reumatoide. En esta enfermedad, la membrana sinovial produce unas sustancias químicas que destruyen el cartílago articular. 



Debido al dolor y la rigidez el paciente evita utilizar la articulación. Los músculos que la rodean se debilitan y esto contribuye a dificultar la movilidad de la misma. Cuando la destrucción articular es importante, la prótesis de rodilla puede permitir al paciente volver a desempeñar sus actividades diarias. 

En el estudio de la artrosis o artritis reumatoidea hay que anotar los síntomas del paciente, realizar una exploración física, análisis y una vez hecho el diagnóstico se considerará la posibilidad de colocar una prótesis cuando el tratamiento médico-rehabilitador u otras alternativas quirúrgicas hayan fracasado al no conseguir eliminar el dolor y la incapacidad.


Si partimos de la base de que todos los estudios y tratamientos anteriores han fracasado y ya sólo cabe la posibilidad de colocar una prótesis, se valorará el alcance de la lesión para optar por el tipo de prótesis más adecuado.


Prótesis Unicompartimental de Rodilla

Explicación visual de un varo y valgo de rodilla
Las PUR están indicadas en pacientes con afectación degenerativa de un único compartimento femoro-tibial, con un varo inferior a 15º y un valgo que no supere los 10º y en patologías muy determinadas, como son la osteonecrosis unicondílea, las artrosis postmeniscectomía y en los fracasos de las osteotomías.

Sin embargo, están totalmente contraindicadas cuando hay una rodilla en flexo irreductible o con un morfotipo tibial superior a 5º.

Son también contraindicaciones la artritis reumatoidea, una contractura en flexión mayor de 15º, un arco de movilidad preoperatoria inferior a los 90º, erosión del cartílago en el compartimento contralateral, insuficiencia del ligamento cruzado anterior y condropatía rotuliana sintomática.

Además está contraindicado en laxitudes ligamentosas y cuando hay el menor signo o sospecha de poliartrosis o de afectación del otro compartimento o de las superficies femoro-patelares.
Radiografía de rodilla tras implantación de PUR

Prótesis Total de Rodilla

Antes y después de la implantación de Prótesis Total de Rodilla (PTR)

Con el paciente bajo anestesia el cirujano sustituye la articulación dañada por unos materiales artificiales. En la rodilla, los extremos óseos del fémur y la tibia se sustituyen por unos componentes protésicos que se articulan entre sí y con la rótula (cazoleta), que en la mayoría de ocasiones también es sustituida. Una prótesis puede implantarse en otras articulaciones aunque las que se protetizan más a menudo son la rodilla y la cadera.

Los materiales utilizados en las prótesis totales están diseñados para permitir una movilidad similar a la de la articulación normal. Los componentes protésicos suelen estar compuestos por un elemento metálico que encaja exactamente en un plástico. Se utilizan diversos metales, acero inoxidable, aleaciones de cobalto, cromo y titanio. El plástico es polietileno que es extremadamente duradero y resistente al desgaste. Para la fijación de los componentes al hueso suele utilizarse cemento, aunque también existen prótesis no cementadas, alas cuales se anclan directamente al hueso.

La mayoría de personas de edad pueden esperar que la prótesis no deba ser recambiada durante el resto de su vida. Les proporcionará años de bienestar sin dolor, cosa que de otro modo no podríamos conseguir. En personas jóvenes y activas es probable que se precise una reintervención para el recambio protésico. Los materiales y las técnicas quirúrgicas mejoran rápidamente gracias al trabajo conjunto de cirujanos ortopédicos, ingenieros y otros científicos. El futuro es prometedor para aquellos pacientes operados de una prótesis total de rodilla.

Radiografía de rodilla tras implantación de PTR
Unidad de Implante y Rescate Protésico

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